Existe una gran diversidad de gemas alrededor del mundo, cada una destaca por su autenticidad y singularidad. No existe la casualidad o el azar a la hora de recibir o elegir una gema en tu vida, ya que, de ésta gran variedad, tu energía se reconoce con UNA en especial. Es una elección que va ligada al alma, cada una de las piedras que llega a tu vida, lo hacen siguiendo un propósito superior, divino y mágico. “Ellas te conocen a profundidad y trataran de ayudarte en aspectos internos de ti misma que te sientes estancada o limitada” Laura Restrepo
Los cuarzos son guías naturales que aparecen para iluminar el camino a nuestro ser, a la felicidad, la libertad y la plenitud que albergamos en nuestro mundo interior. Todo sucede de manera perfecta, con un plan de vida de por medio.
Cuando elijas la gema que más resuene con tu alma, que sientas gran admiración, curiosidad y magnetismo por su apariencia, tonalidad o luminosidad, tómala en tus manos y describe en una hoja en blanco todo lo que te hace sentir ¿Qué emociones surgen? ¿Sientes algún corrientazo? ¿La temperatura de tu cuerpo tuvo algún cambio? ¿La gema se siente fría o caliente? Describe detalladamente la experiencia que estás viviendo al momento de tener contacto con tu cuarzo. Recuerda que es importante describir qué pensamientos se te vienen a la mente. Esto, con el propósito de que descubras la razón por la cual llego a tu vida. Sencillamente, estás siguiendo pistas que te conducirán a encontrar las respuestas que tanto anhelas.
Debes comprender que cada experiencia es única e incomparable con las demás. Todo ser humano experimenta de manera diferente la energía de las gemas. Por esta razón, evita racionalizar lo que estás sintiendo y regálate el permiso de sentir sin ningún juicio de valor. Esto te ayudará a que tu vivencia sea más profunda y logres intercambiar con mayor profundidad tu energía con la de tu gema para el alma.